¿Qué podemos decir de Patti Smith?
Podemos decir que es el punto neurálgico en el que convergen la herencia literaria cosecha
fifties de la generación beat y el polvorín que fue la escena rock de los
sixties, se destilan juntos en toneles de roble, y se vuelcan sobre la escena punk de los
seventies.
Podemos decir que la conga del CBGB -con los Ramones, la Velvet, los Stooges y toda la pirotecnia-, hubiera sido tal vez sólo una moda sin mayor contenido de no ser por esta muchacha esmirriada y su valijita llena de inquietudes espirituales, libros de Ginsberg y discos de Dylan.
Podemos decir que la queremos mucho, porque en Pintó tenemos particular debilidad por las poetisas desgarbadas (ya el compañero Linker anduvo subiendo a
Polly Jean, ahora la tenemos a Patty, en cualquier momento subimos algo de Joan Baez y cantamos bingo).
Podemos decir que hace mucho tiempo no había por estos lares un
cinco cocochios, y nos pone contentos poder brindarles nuevamente una obra digna de semejante cucarda. (¿!)
Esta obra compila canciones del '75 al '02, lo cual implica tener que elegir entre mucho, mucho material. Como no entró en un disco, lo editaron en dos: el
primero y el
segundo.
En el mejor de los casos, lograremos que tres o cuatro chichipías y chichipíos criados al calor de todo-eso-que-vino-después descubran cómo y por qué se desenvolvió todo aquello, y se emocionen un poquito, como en su momento lo hicimos nosotros.