PUD reincide y, en su primer doblete, publica aquí un nuevo disco de Mogwai. En este caso, la compilación de los temas que integran la musicalización de la película de D. Gordon y P. Parreno.
Cuando ya estaba cerca de su retiro, a Zidane le propuesieron hacer una película a partir de su desempeño durante un partido completo del Real Madrid, donde jugaba por entonces. Tendría la duración real de un partido de fútbol y sería el seguimiento audiovisual nunca más detallado de quien, aún hoy, es considerado como uno de los mejores jugadores de los últimos tiempos (probablemente, el mejor de la Era Post.Diego).
El resultado de aquella aventura estética resultó ser un film de enorme factura. Que pese a seguir en buena medida el estereotipo de peli-francesa-requete-lenta, tiene a la vez, y sobre todo, lo mejor del cine francés: una exquisita poesía.
Por eso, no resulta exagerado que algunos la consideren uno de los más bellos films sobre fútbol jamás editado.
En este sentido, un componente sutil, pero decisivo, de la película es la música de Monsieur Mogwai, cuyos primeros acordes, si bien demoran en aparecer (y lo hacen de improviso, como todo lo que sucede en la película donde, por cierto y como ha dicho el mismo Zidane, pasa de todo), cuando entran en juego resultan tan precisos como los pases del propio Zizou.
El valor de uso del disco trasciende tranquilamente su condición de soundtrack. Basta que el lector/oyente tenga la disposición de escucharlo, acaso en un momento introspectivo.
El disco, aqui. La peli, en la web.
Cuando ya estaba cerca de su retiro, a Zidane le propuesieron hacer una película a partir de su desempeño durante un partido completo del Real Madrid, donde jugaba por entonces. Tendría la duración real de un partido de fútbol y sería el seguimiento audiovisual nunca más detallado de quien, aún hoy, es considerado como uno de los mejores jugadores de los últimos tiempos (probablemente, el mejor de la Era Post.Diego).
El resultado de aquella aventura estética resultó ser un film de enorme factura. Que pese a seguir en buena medida el estereotipo de peli-francesa-requete-lenta, tiene a la vez, y sobre todo, lo mejor del cine francés: una exquisita poesía.
Por eso, no resulta exagerado que algunos la consideren uno de los más bellos films sobre fútbol jamás editado.
En este sentido, un componente sutil, pero decisivo, de la película es la música de Monsieur Mogwai, cuyos primeros acordes, si bien demoran en aparecer (y lo hacen de improviso, como todo lo que sucede en la película donde, por cierto y como ha dicho el mismo Zidane, pasa de todo), cuando entran en juego resultan tan precisos como los pases del propio Zizou.
El valor de uso del disco trasciende tranquilamente su condición de soundtrack. Basta que el lector/oyente tenga la disposición de escucharlo, acaso en un momento introspectivo.
El disco, aqui. La peli, en la web.
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