Los meses en torno a la debacle de diciembre de 2001 constituyeron un tiempo de exhuberante imaginería musical que demostraron, una vez más, que las épocas de turbulencia social son propicias para la experimentación artística. Contemporáneo del disco de Fausto y Banda Cuenco y teniendo como prncipal antecedente el segundo disco de Un Rato, “Cartomberos” surge en un momento fértil para la percusión autóctona, cuando las bandas locales todavía no habían ganado protagonismo en la escena porteña, ni las escuelas de percusión se hallaban tan difundidas como ahora.
El disco
“Cartomberos” es una síntesis singular que expresa en un doble registro tanto la desintegración nacional como la pérdida afectiva, la confusión respecto a un presente de intemperie y un futuro incierto con la certeza de la música como refugio común. La edición original, precaria y artesanal, venía envuelta en una cajita de cartón, abrochada con ganchitos, y acompañada de un booklet desplegable del mismo material. Resultaba una suerte de pariente musical lejano de la iniciativa editora de Eloísa Cartonera.
En un tiempo en el que toneladas de saberes sociales habían adelantado su fecha de vencimiento, Cartomberos apuesta a multiplicar los sentidos mediante la asociación libre y el juego de palabras. Sin embargo, son la línea instrumental y los coros los que se destacan, aprovechando toda la plasticidad del condombe en su versión enchufada y recogiendo las enseñanzas orientales de los Grandes Maestres Beto Satragni, Jaime Roos y los Hermanos Hugo y Osvaldo Fattoruso. Con todo ese empuje lograron reavivar la mística del candombe de este lado del Plata.
Poco después de la edición de su único disco, los destinos de los muchachos que integraban el grupo, con orígenes en ambas orillas del río (recordemos sus nombres: Matías Rodríguez, Sebastián Groshaus, Tochi Opieczonek, Sebastián Petrossini) se bifurcarían hacia bandas tan dispares como Pampa y la Vía, Banakabu, Contumancia o Tríoplatenses, entre otras. Pese al tiempo transcurrido y la experiencia acumulada, es muy probable que haya sido en estas canciones donde hayan dejado grabado el mejor registro de su producción musical.
El proyecto
En aquellos meses finales de 2001 y durante 2002, hubo varios músicos que, a pesar del contexto fuertemente restrictivo para la edición independiente, lograron publicar discos que hoy pueden apreciarse como tesoros de aquella época de inusitada apertura sonora. Aprovechando las tecnologías que reúne y potencia la web 2.0, estamos en condiciones de hacer justicia por mano propia y volver públicamente disponibles algunos de los sonidos que se fraguaron durante el derrumbe de la Argentina. Sordos ruidos que oír se dejan de tambores y de sueños.
Recorriendo un arco musical que va de la percusión “con contenido social” al virtuosismo académico, pasando por el baile renovado con ritmos de África, iremos rescatando algunas de aquellas perlitas para hilvanarlas en un collar, que esperamos llegue a adornar próximamente la discoteca de nuestros lectores.
P.S.: al cierre de esta edición encontramos en la web una excelente nota sobre la prehistoría mítica de la banda, cuando eran "Los Cartomberos", tocaban en formato de trío con Matías Mormandi e impulsaban aquella romántica gesta en Agronomía, hito fundamental en la expansión del candombe en Buenos Aires.
La nota completa, en la revista Quilombo!.
El disco: acá
5 comments:
¡Bienvenido amigo!
gracia, gracia... releyendo veo que aun debo aprender el arte de la sintesis para poder hacer posteos de guerrilla como los que hacen ustedes.
sera cuestion de tiempo nomá.
y práctica.
LLegué demasiado tarde :( el link esta off :((
Sin embargo gracias por el buenissimo blog o/
no pude descargarlo :( ... ayuda!
Se puede repostar? Si digo, repostear, graciasS!
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